Leer es beneficioso para la salud

¡Ya lo creo! Una puede leer un libro con la sonrisa permanentemente puesta, y terminar de leerlo con esa misma sonrisa puesta y una agradable sensación de regocijo. Porque ¿qué mejor beneficio para el cuerpo y el alma que dos o tres horas de sonrisa ininterrumpida? Como os digo, leer es buenísimo para la salud. ¿Y quién afirmó que la lectura es un rollo y una actividad aburrida? Eso es porque no conocía al escritor, cuentacuentos y animador sociocultural Roberto Malo. ¿Y el libro? Se titula Asesinato en el club nudista, está editado por Nalvay e ilustrado —magníficamente, por cierto— por Abraham Pérez.
Roberto nos traslada en su novela a un futuro cercano (algo así como el año 2030; perdón, rectifico: es exactamente al año 2023) de coches inteligentes —muy parecidos al fantástico Kitt— que se conducen solitos, dialogan con el ocupante y le sirven a uno apetitosa comida envasada al vacío —mejor que la de avión—; de fotografías móviles que son como vídeos de Youtube y otros adelantos tecnológicos igualmente cómodos y ventajosos, donde ser asesino profesional (siempre y cuando no te pillen con las manos en la masa) tiene un prestigio. Luis Gómez va a ser nuestro profesional competente  —el mejor, el más rápido— y el crimen encomendado... ¡¡acabar con la vida de una piba estupenda que se hospeda en el Hotel Club Nudista Minerva!! La idea es prometedora y da para mucho. ¡Imaginaos! Además, desde el primer momento conocemos la identidad del asesino. Lo que no sabemos es cómo va a matar sin que le pillen. En eso estriba su originalidad.
De principio a fin, el libro es una perogrullada fantástica, delirante y encantadora, que encuentra apoyo e inspiración en el análisis pormenorizado, en clave de humor y  ternura, de las pequeñas y grandes miserias del acontecer cotidiano. De lo humano.
Pero ya lo advierte su autor en la cita de inicio: "¿El mundo real? No lo busques en mis libros". ¿Qué buscamos, entonces, en este libro de Roberto Malo? Diversión. Humor inteligente. Pasar un rato entretenido leyendo una novela bien escrita con una trama original y muy currada que tiene la virtud de ser lógica, tan lógica que el lector anticipa él solito el desenlace —y eso le hace sentirse listo y cómplice, casi detective, lo que está muy, pero que muy bien—. En estos tiempos que corren, en los que se publica tanto y tan malo (a pesar de la crisis), yo no le pido más a una novela. Ni menos. Por eso la recomiendo. 


En la fotografía, la que escribe este blog (algo más fondona de lo que le gustaría verse) con el autor, Roberto Malo, durante la tradicional firma de ejemplares que sigue a todo acto de presentación literaria
     

2 comentarios:

roberto dijo...

Mil gracias, Teresa. Así da gusto, oye.

Teresa Sopeña dijo...

De nada, Roberto, ha sido un placer.