Eso fue lo que me dijo Berta, “Te llamo para darte la buenísima noticia de que la DGA ha aceptado la subvención de Como héroes y vamos a publicarla”, un par de meses después.
Berta y yo no nos conocíamos físicamente, pero el día en que por fin nos encontramos me gustó nada más verla, con sus ojos azules chispeantes, nítidos y sensitivos, y su aspecto inteligente. Me hizo sentir enseguida calentita, como en casa... Menos mal. Yo tenía tantas dudas y tantos pudores… Pero ella, con delicadeza, los fue resolviendo todos. Incluso la cuestión de la presentación, que a mí, tan vergonzosa, me torturaba muchísimo. “Si no quieres, no hace falta hacer presentación. No es un requisito imprescindible. Tu presentación puede ser el día que firmes ejemplares en la Feria del Libro”. ¡Uf! Aun eso representaba una montaña infranqueable para mí. Pero todo salió a pedir boca gracias a mis amigos y a la familia. ¡Qué bien os portasteis todos acudiendo a arroparme, como una piña! Lo recordaré siempre como uno de los momentos más bonitos de mi vida. El cariño y el calor (tan naranja) que me disteis ese día. Entre todos hicimos de la caseta de Mira una de las más animadas de la Feria del Libro de Zaragoza 2008. Y el mérito fue vuestro… Gracias otra vez…
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