(Haz
clic aquí para obtener más detalles)
Ya lo veis: Así de bonito luce Tic-Tac con esta estupenda portada, un collage que el artista
aragonés José Manuel Ubé ha tenido la amabilidad y la generosidad de
prestarme. (Desde aquí te vuelvo a dar las gracias, señor Ubé).
¿Y de qué va Tic-Tac?
Como ya dije en una entrada anterior, se trata de una novela de intriga en la
que el protagonista absoluto —cómo no, con ese título— es un reloj, y nada
menos que el Vega Grand Prix número tres, regalo del monarca Alfonso XIII a una
linda camarerita de su esposa, la reina Ena. Este hecho, en principio
irrelevante dado el carácter campechano y donjuanesco de Alfonso XIII, desencadenará, con el correr de los años, una trama de deseos, anhelos y obsesiones
en la que se verán involucrados todos los personajes que transitan esta historia:
Maximilien Schwartz, un sexagenario asquerosamente rico y un tanto esnob, ofuscado
por el fantasma de su madre; Javier Esarte, un relojero paralítico, hombre
inteligente (pero amargado) que antaño fue biólogo y silvicultor apasionado por
los árboles longevos; Beatriz, esposa amante y desdichada que para reconquistar
el amor de Javier urde amoríos virtuales a través de Internet; don Lorenzo
Milans, inquietante y maquiavélico alcalde de Higueras de San Pedro; Alma
Lahoz, madre de Javier, sesentona recién jubilada que ha dedicado su vida a los
libros en el archivo histórico de la Biblioteca Nacional… junto a un elenco de
personajes menores (pero no menos importantes): Matarratas, heroinómano;
Pachulí, travestí; Mauricio Maza, flamante propietario de Quercus, un
restaurante madrileño de lo más selecto, y, por supuesto, Desideria Puértolas.
Amor y desamor, intriga, misterio, obsesión. Tic-Tac. ¿Adónde
nos conducirá el sempiterno latir del Grand Prix?
En fin, espero que la leáis y espero que os guste… Para
facilitar la labor, y como oferta de lanzamiento, os la podréis descargar gratis del 15 al 19 de septiembre. Lo
dicho: en el lector Kindle, pero también en la tablet y en el smartphone. ¡No
hay excusa! ¡A ello!
No hay comentarios:
Publicar un comentario