No sé si les ocurrirá lo mismo a otros autores, pero de entre todo
lo escrito hasta ahora (cinco novelas largas, dos novelitas cortas y dos
pequeñas antologías de relatos) mi obra preferida siempre ha sido La
caja de gato.
Se trata de una novela compleja que, partiendo de una paradoja
cuántica (la famosa paradoja del gato de Schrödinger, que da título al libro) utilizada
aquí como metáfora, aborda una pequeña
variedad de temas: Las alegrías y sinsabores de Martín Bueno, un escritor
contemporáneo; el mundo de los sueños, la inspiración y sus significados; la
vida cotidiana en un plácido lugar de la sierra de Cameros; algunos aspectos de
la historia y el legado espiritual del indio americano, además de un fugaz
recorrido por los últimos conflictos bélicos del pasado siglo XX.
Un poco de todo que creo que quedó bien trabado y que, a pesar
de su complejidad aparente, es de lectura amena y entretenida.
La caja de gato me proporcionó en su momento muchas satisfacciones. Gracias
a ella fui entrevistada en la tele por Antón
Castro, en el legendario programa cultural Borradores (desaparecido hoy a causa de esas tijeras que recortan y siguen
recortando tantas cosas buenas), quien tuvo, además, la amabilidad de dedicarme
una reseña en el suplemento cultural “Artes & Letras” del Heraldo
de Aragón. La novela también fue objeto de otra reseña, esta vez a cargo
de Juan Bolea, en su sección “Sala de
máquinas” del Periódico de Aragón, y fue precisamente este autor y periodista
aragonés quien se hizo cargo de la presentación de la novela una fría tarde de diciembre
de 2009, en la Sala Cultural de Librería Central. Por último, fue lectura optativa
para los alumnos de primer curso de Filología 2009-2010, cuyas recensiones tuve
la ocasión y el placer de leer. En fin, no sigo, no me vaya a poner nostálgica.
La novela sigue estando disponible impresa en papel y ahora también en ebook en edición Kindle de Amazon, desde donde la podréis conseguir gratis del 23 al 27 de octubre.
Para los interesados o nostálgicos como yo,
dejo aquí el enlace con las entradas
que en su día escribí en mi blog, por si os apetece echarles un vistazo.
Y nada más. Solo desearos que su lectura os haga disfrutar tanto
como yo disfruté escribiéndola.
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